Sus malos números como visitante exige al Amurrio hacerse fuerte en casa. Ayer, ante un rival directo, los de Iban Urbano conquistaron ante el Bermeo un triunfo que les permite tomar aire y tener un buen resultado de cara al gol average.
Tras un arranque fogoso de los locales, con buenas internadas de Baztán y centros intencionados de un activo Gaizka Álvarez, se sacudió ese empuje inicial la escuadra de Pablo Turrillas para ejercer la posesión e imprimir velocidad a sus acciones. Capaz de asociarse, le faltaba profundidad, pero Andoni remató con peligro en dos llegadas al área. Similares disparos: uno se marchó junto al poste y el otro lo repelió un defensor. El partido se equilibró con el paso de los minutos y el blanquiazul Gaizka Álvarez, tras zafarse de un defensor vizcaíno, conectó un zapatazo que Unai Marino despejó por encima del larguero en la mejor aproximación de la escuadra local.
Al filo del descanso, Markel malogró un remate claro que pudo poner en ventaja a los suyos al intermedio. No acertó con la portería de Gaizka Ruiz y el Amurrio pudo respirar.
Ya en la segunda mitad,el Amurrio tenía que quemar sus cartuchos. Y cuando no estaba en su mejor juego, los de Basarte encontraron a Patiño para enganchar un disparo lejano que rechazó Unai Marino y Baztán recogió muy atento para ser derribado dentro del área. Un claro penalti que el propio delantero blanquiazul convirtió en gol engañando al portero.
Con el marcador a favor, el Amurrio se atrincheró para sentirse cómodo neutralizando el ataque desordenado del Bermeo. Únicamente el resultado provocó nervios, pero el cuadro local, con el visitante volcado sobre su área, tuvo paciencia para ya en el descuento,rematar al Bermeo por medio de Ibon Gómez
El Amurrio sigue evitando los puestos de descenso y ahora toca refrendar en Sodupe este buen resultado
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