El Amurrio tocó el triunfo, pero se le escapó ante el Portugalete en unos minutos mortales. Un castigo exagerado para los de Basarte
EL Amurrio pudo pagar el esfuerzo de jugar entre semana un partido en casa del líder que pudo pesarle a pesar de los cambios realizados por Pereda.
El Amurrio puso el control y la posesión en los primeros veinte minutos. Posicionados, sometieron a su oponente y fue el central Ioritz el que empaló un rechace al borde del área pequeña para desnivelar el tanteador tras rozar en Artabe.
Ya en la segunda parte, la mínima ventaja parecía suficiente para un equipo de Basarte firme y expeditivo que se sacudió con suficiencia los intentos de reaccionar de los visitantes. Sin ideas, los foráneos optaron por colgar balones y el Amurrio empezó a sufrir y a pertrecharse en su parcela. Cedió terreno y con el paso de los minutos el cansancio comenzó a desnivelar la contienda.
EL Portu en tres minutos pintó un decorado muy diferente. Gabri Ortega remató a la escuadra de cabeza y acto seguido una diagonal de Infante certificó el triunfo tras un inoportuno resbalón de Mario.
Restaba un cuarto de hora y el Amurrio se hizo acreedor al empate pero su asedio no fructificó. Agobiados, el Portugalete se atrincheró en su parcela y pudo encajar el empate si en el tiempo de prolongación Elejalde no hubiese estrellado su lanzamiento de falta contra la barrera.
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