El Laudio por fin se llevó una gran alegría. Derrotó al líder invicto a base de casta y raza en una muy buena segunda mitad.
CRÓNICA DE LA WEB DEL LAUDIO
La afición volvió a gozar bajo la lluvia que regó casi sin cesar el nuevo césped artificial de Ellakuri. El San Ignacio llegaba al feudo rojiblanco con la vitola de gran equipo y lo demostró desde un inicio, tomando el control del balón. Sin embargo, la primera oportunidad clara fue para el Laudio. Un centro chut de Luengo no lo atrapó debidamente Vigalondo y Uriarte, al quite, remató de primeras para encontrarse con la rápida respuesta del meta rival para enmendar de esta forma su error inicial. Antes de llegar al minuto 20 Eguren remató de cabeza rozando el palo. Fue el primer aviso visitante. En el segundo llegó su gol. Saad con un disparo colocado desde fuera del área, batió a Aleix, quien debutaba hoy con el primer equipo rojiblanco. Este tanto hizo mucho daño al Laudio. Rachid primero y más tarde Yinning con un gol anulado, pudieron aumentar la diferencia en el marcador. Aleix también contribuyó a que el San Ignacio no se fuera con más ventaja al descanso, y en el minuto 35 desvió con una gran intervención una volea de Rachid.
El discurso de “Txata” en el tiempo de descanso parece que surtió efecto. Los jugadores rojiblancos saltaron al césped con renovados ánimos, liderados por un inconmensurable Unai Hernaéz. Suyo fue el gol del empate. Todo un golazo. Recuperó el balón, dio un giro sobre sí mismo, se preparó y enganchó un tremendo disparo desde 30 metros que se coló por la escuadra de la meta defendida por Vigalondo. El tanto espoleó a los rojiblancos y dejó en un mar de dudas a los visitantes. El encuentro se igualó más, pese a que el peso siempre lo llevó el San Ignacio. Los de David Calleja se mostraban más espesos a la hora de enlazar jugadas de ataque mientras que el Laudio avisó con dos disparos de Olabarria y Unai Hernáez. Llegando al minuto 90 Josu vio la segunda tarjeta amarilla dejando al Laudio con un hombre menos, pero lejos de meterse atrás, los de Txata se lanzaron con casta a por el segundo gol. Fue en el minuto 93 cuando el trabajo laudioarra dio sus frutos. Un gran pase de Ríos dejó a Tudanca frente a Vigalondo, y este no falló, batiendo la meta rival y llenando de júbilo a la sufrida afición rojiblanca. Casi en la última acción del encuentro, Aleix volvió a aparecer para despejar a córner un peligroso chut. Victoria merecida, trabajada y que premia labor realizada hasta el momento. Esta es la línea a seguir.
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