foto de cdanaitasuna.eus
Un solitario gol de Ioritz en una jugada de estrategia permite despegar al Amurrio y toma aire tras un inicio liguero con malos resultados,ahora enlaza tres victorias seguidas.
El Amurrio firmó ayer la tercera victoria consecutiva, que le permite al fin alejarse del peligro. Lastrado por la marcha de Mikel Bueno, su jugador más resolutivo, por asuntos laborales, en el equipo de Basarte,otros jugadores deberán dar un paso al frente. Y frente al Anaitasuna el orden y rigor defensivo fueron las armas utilizadas por el Amurrio.
Guevara envió alto un rechace tras una ocasión de Julen Lafuente, pero de inmediato, una falta lanzada al área, la colocó con maestría Gurrutxaga de cabeza para que Ioritz desatascara el partido. Dos minutos después, Gurrutxaga estrelló su cabezazo contra el larguero en lo que pudo ser la sentencia. El Amurrio el que pudo sellar el segundo en una jugada brillante de Julen Lafuente que repelió el portero .
Tras el descanso, el choque se enredó por completo. Una acción confusa, que el juez de línea apreció como agresión mutua entre Iriarte y Ioritz, dejó con diez jugadores a cada contendiente. Lo acusó en mayor medida el Amurrio, que perdió a un baluarte defensivo importante, que además lo había colocado por delante en el marcador. Tras una internada de Urkiza y una ocasión inmejorable de Julen Lafuente que no acertó, el Anaitasuna intensificó su ataque y Arzalluz obligó a Maturana a intervenir. Pertrechado en su retaguardia, el Amurrio sufrió los agobios finales con un Anaitasuna volcado, pero Maturana evitó el empate en tiempo de prolongación con una parada soberbia que selló un triunfo que relanza a los de Basarte con su tercera victoria consecutiva.
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Un solitario gol de Ioritz en una jugada de estrategia permite despegar al Amurrio y toma aire tras un inicio liguero con malos resultados,ahora enlaza tres victorias seguidas.
El Amurrio firmó ayer la tercera victoria consecutiva, que le permite al fin alejarse del peligro. Lastrado por la marcha de Mikel Bueno, su jugador más resolutivo, por asuntos laborales, en el equipo de Basarte,otros jugadores deberán dar un paso al frente. Y frente al Anaitasuna el orden y rigor defensivo fueron las armas utilizadas por el Amurrio.
Guevara envió alto un rechace tras una ocasión de Julen Lafuente, pero de inmediato, una falta lanzada al área, la colocó con maestría Gurrutxaga de cabeza para que Ioritz desatascara el partido. Dos minutos después, Gurrutxaga estrelló su cabezazo contra el larguero en lo que pudo ser la sentencia. El Amurrio el que pudo sellar el segundo en una jugada brillante de Julen Lafuente que repelió el portero .
Tras el descanso, el choque se enredó por completo. Una acción confusa, que el juez de línea apreció como agresión mutua entre Iriarte y Ioritz, dejó con diez jugadores a cada contendiente. Lo acusó en mayor medida el Amurrio, que perdió a un baluarte defensivo importante, que además lo había colocado por delante en el marcador. Tras una internada de Urkiza y una ocasión inmejorable de Julen Lafuente que no acertó, el Anaitasuna intensificó su ataque y Arzalluz obligó a Maturana a intervenir. Pertrechado en su retaguardia, el Amurrio sufrió los agobios finales con un Anaitasuna volcado, pero Maturana evitó el empate en tiempo de prolongación con una parada soberbia que selló un triunfo que relanza a los de Basarte con su tercera victoria consecutiva.
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